CONSUMO DE LÁCTEOS Y SU VALORACIÓN NUTRICIONAL EN LA DIETA ESPAÑOLA

CONSUMO DE LÁCTEOS Y SU VALORACIÓN NUTRICIONAL EN LA DIETA ESPAÑOLA

La Federación Española de la Nutrición (FEN) ha publicado recientemente un informe en el que recoge datos y conclusiones sobre la situación actual del consumo de productos lácteos en España y su relación en la calidad de la dieta y el estilo de vida de la población española. Este informe ha sido redactado a partir de los datos ofrecidos por los estudios del Panel de Consumo de Alimentos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) de 2018 y el Estudio Científico ANIBES en la población española publicado en 2019.

El informe de consumo de leche y derivados lácteos, dentro de la cesta de la compra española en 2018, muestra que éste es uno de los grupos de alimentos más importantes (290,0 g/día). Evaluando su evolución en los hogares españoles desde el año 2000, se observa, sin embargo, un descenso del 13,4% en su compra. Esta tendencia, bastante generalizada para casi todos los alimentos de este grupo, encuentra una excepción en el queso, cuyo consumo se ha mantenido prácticamente estable durante el periodo de estudio (2000 – 2018).

El estudio científico ANIBES recoge datos antropométricos, ingesta de macronutrientes y micronutrientes, datos del nivel de actividad física, datos socioeconómicos y estilos de vida en una muestra representativa de la población española (9 – 75 años). Este estudio refleja que prácticamente la totalidad de la población estudiada es consumidora del grupo de leche y derivados lácteos, alcanzando el 100% en la población infantil. El mayor porcentaje de consumidores se atribuye a la leche, donde la población infantil destaca mayoritariamente. El porcentaje de consumidores de queso es muy similar en todos los grupos de edad (73 – 75%). Los niños resultan el grupo más destacado en cuanto a consumo de yogures y leches fermentadas.

Por otro lado, este estudio muestra que el consumo de lácteos y derivados se realiza básicamente durante el desayuno (126 g), seguido, con bastante diferencia, de la cena (52 g).

El informe de la FEN evalúa el consumo de productos lácteos con diferentes variables para conocer la situación real actual en España, así como la relación de estos productos con la calidad de la dieta y el estilo de vida de la población española.

De manera general, se observa que a mayor consumo de lácteos, se reduce el porcentaje de los participantes que padecen sobrepeso y obesidad. Por otro lado, se observa que las personas que toman lácteos ingieren más de los diferentes grupos de alimentos que integran la dieta.

Desde el punto de vista nutricional, la leche es un alimento rico en proteínas de alto valor biológico, por lo que es útil y necesaria para complementar las proteínas presentes en otros grupos de alimentos. Los productos lácteos son la principal fuente dietética de calcio y presentan una alta biodisponibilidad de otros componentes esenciales como la vitamina D, proteínas, fósforo, etc., necesarios para la formación de huesos y dientes. Por otro lado, cabe destacar que los péptidos bioactivos presentan propiedades beneficiosas para el sistema inmunitario, nervioso, digestivo y cardiovascular.

Durante la infancia y adolescencia se recomienda el consumo de lácteos enteros, ya que conservan el valor energético y las vitaminas A y D asociadas a la grasa. En la edad adulta sigue siendo importante su consumo con el fin de garantizar la conservación de la masa ósea, previniendo la desmineralización de los huesos. Su consumo, además, cobra especial interés en el grupo de las mujeres; sobre todo durante la adolescencia, embarazo, lactancia y menopausia. La recomendación general sobre el consumo de lácteos, dentro de una dieta variada y equilibrada, es de 2 a 3 raciones diarias de leche y derivados lácteos, dependiendo de la edad y la situación fisiológica.

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